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Mostrando las entradas de 2018

Que decir del 2018

Resulta que este año lo empecé con una amiga nueva, Manu, en el pueblo que nació mi papá. Muchos años los he empezado ahí, y el próximo no será la excepción a menos que pase algo de aquí al lunes. Dicen que los uruguayos empezamos el año después de que el último ciclista pasa la línea de llegada en La Vuelta Ciclista del Uruguay que se corre cada Semana Santa. Para mi no fue menos. Recién después de esa fecha me fui a inscribir a inglés. ¿Que pasó desde Enero a Abril? No me acuerdo, seguro Juan siguió siendo Juan. Ah si, un día de verano mientras estaba sacando unos fideos cuando estábamos solos se volvió a meter a otro pozo con agua, momento con pros y contras, vamos con los pros, me di cuenta casi enseguida, y no llegó siquiera a la mitad de la panza el agua porque ahora mide como metro y medio. Lo malo, era el pozo de la grasera, y mis padres estaban visitando a mis abuelos solos por primera vez en quizá 21 años. No les puedo explicar el olor asqueroso que tenía Juan Pa

8 de Diciembre

Era 8 de diciembre, como hoy.  Pero en vez de estar de viaje estaba en casa. Me habían prohibido ir al cumpleaños de 15 que tenía esa noche porque seguramente haya ido a algún lugar pero había mentido para hacerlo.  Cuando yo tenia 15 tenía la teoría que entre más cosas le escondiera a mis padres menos problemas les iba a generar, cosas que aprendí después, más fácil decir para donde iba y punto.  Igual discutí porque soy como el meme de la ex presidenta argentina que dice “vengo a discutir todo”.  Estaba enfrascada en una discusión porque no me dejaban ir esa noche y me acuerdo que la iba perdiendo, para ser sinceros no es que me muriera de ganas de ir, pero si había que dar la contra ahí iba a estar yo. En plena discusión la abuela decía Karti... Karti... no lo veo a Juan Pablo. (Karti es mi mamá)  Me acuerdo que mamá le grito rápido “debe estar por ahí”. Y seguimos.  Todo esto pasaba en mi habitación, mientras que afuera a nada más que a 5 metros como maximo mi abue

Cortes de Pelo

Prometí un post de cortes de cabello, y cualquier excusa sirve para no estudiar asi que acá va. Es un poco más difícil explicar esto por varias razones: a mi nunca me molesto que me corten el pelo, siempre fui una niña tranquila (todo lo que no soy de grande), no tengo hipersensibilidad a nada y no tengo idea que sensación te da la máquina de cortar pelo porque nunca la he tenido en mi cabeza. Pero teniendo en cuenta esto, puedo contar la experiencia con Juan Pablo. Quien el día que hable entre las millones de preguntas que tengo sería contarle que me explique que sentía de chiquito al ir a la peluquería. Algunas madres me dijeron también que es normal que a algunos chicos no les guste de por si ir a cortarse el pelo, la verdad no soy madre así que me guío por lo que dicen ellas. En realidad no me acuerdo quien le corto el pelo por primera vez a Juan, sinceramente estaba pensando que no se si alguien se acuerda cuando fue el primer corte de su hermano menor a menos que haya si

10 características

Cuando empecé a escribir me entraron muchas inseguridades, tantas que hablando con una amiga al principio le decía que para mi todo el mundo sabía más de autismo y que hacer esto no iba a generar mucho.  Hoy me leen ustedes, y por lo que me cuentan algo, ha hecho ruido.  El fin de semana pasado hablando con los demás oradores del TEDxDurazno, aparte de pasarla espectacular probar Club Mate y disfrutar de toda esa gente espectacular, cuando tocó decir soy la que va a hablar de Autismo, surgieron las dudas. Esas dudas que interiormente me hicieron confirmar que se necesita hacer más ruido, responder más preguntas, hablar más mucho más.  Pero no solo pasó el sábado sino que pasó el domingo mientras hablaba con unos profes de secundaria, donde me confesaban que conocen muy poco del tema y que están interesados en profundizar.  Les voy a contar cómo es el proceso cuando escribo una entrada, generalmente vivo algo me hace ruido pienso esto hay que escribirlo y lo tengo varios días

Lo tomo natural.

Esta semana estuve reflexionando sobre los prejuicios. En general no suelo detenerme a los comentarios que me hace la gente, porque la mayoría los hacen por una gran ignorancia sobre el tema, pero aunque estén empapados también tienen prejuicios. Porque son ignorantes sobre Juan Pablo, no creo que se abra una cátedra sobre mi hermano en la facultad de Medicina entonces frente a ellos tampoco es que me moleste. Lo tomo natural.  Hoy mientras miraba un TEDx me quedó sonando una frase que decía “El autismo es un trastorno en espectro que quiere decir que ninguna persona es igual a la otra”. Ya sé que van a decir eso es con todo el mundo, pero por lo que aprendí de síndrome de Down hay tres tipos y esos tienen sus características alineadas por llamarlo de alguna manera. En el autismo no, hay rasgos generales como falta de contacto visual, de respuesta al nombre o llamado, movimientos repetitivos pero cada autista no tiene porqué tener todas las características. Hay quienes tienen muchas

Pedir ayuda está bien.

Mi sueño siempre fue poder sola, todo. En matemáticas me hubiese encantado poder sola, sin que alguien me tuviera que explicar como despejar un logaritmo, (¿eran los logaritmos los que se despejaban no?). Sin embargo, a pesar que tenía amigas muy buenas en matemáticas que me decían que si ellas podían yo también, tuve que ir a clases particulares con María. La más buena del mundo y a la que hasta hoy le sigo diciendo que los logaritmos no me han servido para mucho. Maria igual me sigue diciendo que si empiezo Economía seré una gran contadora ja ja. En 21 años aprendí qué hay que pedir ayuda siempre, que vivimos en sociedad y que en ésta siempre tenemos a alguien que nos de una mano en ciertas áreas y nosotros podemos ayudar en las que nos sentimos más cómodos.  Mis padres siempre pidieron ayuda, y nos enseñaron a Juan Pablo y a mi a hacerlo. Siempre nos alentaron en algo que no nos salía bien para buscar a alguien que nos acompañe hasta que suceda.  Desde que recibimos el primer

En casa hay que reírse siempre.

Cuando era chica mamá siempre me decía que a tus mejores amigas te las hacías en los últimos años del liceo. A ninguna de mis amigas me las hice en el liceo. Esa es una de las milliones de diferencias que tengo con ella. Mis amigas se fueron sumando a la historia de mi vida, entendiendo como vivo, porqué vivo tan lejos, porqué llegar a sus casas necesita de una organización o desorganización en su defecto de la mía. Pero por supuesto no saben con lujo y detalle cada momento, cada situación. La mayoría de las cosas que cuento acá para ellas algunos detalles son nuevos. Hace unos días le contaba a Manu, que no tengo idea como terminé el liceo, en esos 6 años básicamente los peores de Juan la vida era una locura. Me levantaba 6:10, intentaba hacerlo en realidad porque casi siempre me dormía. Papá sin dormir porque Juan habría estado despierto jugando, prendiendo luces o tirándoseles en el medio de su cama me llevaba volando a tomar el ómnibus siempre tarde de las 7 am, que me dejaba con

¡Felices 10 años querido Juampi!

Es increíble como el 2008 que para casi todos fue hace un tiempito se cuenten como ¡10 años atrás! El día que Juan Pablo nació fue bastante confuso, entre sueños me avisó papá que se iban porque Juan iba a nacer, el mismo día que tenía un escrito de inglés que no quería hacer porque era del inglés del colegio. Nació el día que yo tenía planeado ir en bicicleta hasta la librería a comprarme un libro nuevo de Hannah Montana. Y ese día no sólo me salvé de ese escrito horrible, y me compré mi ansiado libro. Ese día tuve un hermano. Uno por que el que esperé 11 años. Un hermano que era según todo el mundo enorme pero para mi era un bebé chiquitito, verán que nunca logré superar lo de bebé chiquitito porque aún se lo digo 😂. Mis amigas que ya tenían hermanos, jugaban con ellos, los pelaban, se reían de su forma de decir las palabras, y yo sabía que con un recién nacido todavía no podía ponerme al día. Entonces invente el concurso de lenguas que constaba en que Juan bebé sacaba la lengu

El segundo cerebro

En Setiembre de 2016, Juan Pablo era un niño autista con hiperactividad complicado, había roto varios vidrios en momentos de crisis, tenia autosgresion, y tomaba altas dosis de tres piscofarmacos distintos que combinados dejaban a cualquiera en coma por un año, pero en él no generaban efecto alguno. Y como si fuera poco cuando se terminaba una crisis empezaba otra porque le dolía demasiado el estómago, claramente eso lo descubrimos después porque no sabe decir cuando le duele algo, pero si lo observas bien puede dar algún indicio de que parte del cuerpo es la sentida. Me acuerdo que le dolería tanto que en pleno momento de gritos, golpes y llantos se subía la remera en cualquier época del año y ponía la barriga directo al piso frío. Y ahí aprendimos que era dolor de estómago. Lo malo era que nuestros cerebros no respondían tan rápido en el medio de aquel barullo. Nadie sabía que hacer, y cuando digo nadie hablo también de profesionales. La situación estaba llegando a su límite y se ag