Entradas

Mostrando las entradas de octubre, 2018

Lo tomo natural.

Esta semana estuve reflexionando sobre los prejuicios. En general no suelo detenerme a los comentarios que me hace la gente, porque la mayoría los hacen por una gran ignorancia sobre el tema, pero aunque estén empapados también tienen prejuicios. Porque son ignorantes sobre Juan Pablo, no creo que se abra una cátedra sobre mi hermano en la facultad de Medicina entonces frente a ellos tampoco es que me moleste. Lo tomo natural.  Hoy mientras miraba un TEDx me quedó sonando una frase que decía “El autismo es un trastorno en espectro que quiere decir que ninguna persona es igual a la otra”. Ya sé que van a decir eso es con todo el mundo, pero por lo que aprendí de síndrome de Down hay tres tipos y esos tienen sus características alineadas por llamarlo de alguna manera. En el autismo no, hay rasgos generales como falta de contacto visual, de respuesta al nombre o llamado, movimientos repetitivos pero cada autista no tiene porqué tener todas las características. Hay quienes tienen muchas

Pedir ayuda está bien.

Mi sueño siempre fue poder sola, todo. En matemáticas me hubiese encantado poder sola, sin que alguien me tuviera que explicar como despejar un logaritmo, (¿eran los logaritmos los que se despejaban no?). Sin embargo, a pesar que tenía amigas muy buenas en matemáticas que me decían que si ellas podían yo también, tuve que ir a clases particulares con María. La más buena del mundo y a la que hasta hoy le sigo diciendo que los logaritmos no me han servido para mucho. Maria igual me sigue diciendo que si empiezo Economía seré una gran contadora ja ja. En 21 años aprendí qué hay que pedir ayuda siempre, que vivimos en sociedad y que en ésta siempre tenemos a alguien que nos de una mano en ciertas áreas y nosotros podemos ayudar en las que nos sentimos más cómodos.  Mis padres siempre pidieron ayuda, y nos enseñaron a Juan Pablo y a mi a hacerlo. Siempre nos alentaron en algo que no nos salía bien para buscar a alguien que nos acompañe hasta que suceda.  Desde que recibimos el primer

En casa hay que reírse siempre.

Cuando era chica mamá siempre me decía que a tus mejores amigas te las hacías en los últimos años del liceo. A ninguna de mis amigas me las hice en el liceo. Esa es una de las milliones de diferencias que tengo con ella. Mis amigas se fueron sumando a la historia de mi vida, entendiendo como vivo, porqué vivo tan lejos, porqué llegar a sus casas necesita de una organización o desorganización en su defecto de la mía. Pero por supuesto no saben con lujo y detalle cada momento, cada situación. La mayoría de las cosas que cuento acá para ellas algunos detalles son nuevos. Hace unos días le contaba a Manu, que no tengo idea como terminé el liceo, en esos 6 años básicamente los peores de Juan la vida era una locura. Me levantaba 6:10, intentaba hacerlo en realidad porque casi siempre me dormía. Papá sin dormir porque Juan habría estado despierto jugando, prendiendo luces o tirándoseles en el medio de su cama me llevaba volando a tomar el ómnibus siempre tarde de las 7 am, que me dejaba con