8 de Diciembre

Era 8 de diciembre, como hoy. 
Pero en vez de estar de viaje estaba en casa.
Me habían prohibido ir al cumpleaños de 15 que tenía esa noche porque seguramente haya ido a algún lugar pero había mentido para hacerlo. 
Cuando yo tenia 15 tenía la teoría que entre más cosas le escondiera a mis padres menos problemas les iba a generar, cosas que aprendí después, más fácil decir para donde iba y punto. 
Igual discutí porque soy como el meme de la ex presidenta argentina que dice “vengo a discutir todo”.
 Estaba enfrascada en una discusión porque no me dejaban ir esa noche y me acuerdo que la iba perdiendo, para ser sinceros no es que me muriera de ganas de ir, pero si había que dar la contra ahí iba a estar yo.
En plena discusión la abuela decía Karti... Karti... no lo veo a Juan Pablo. (Karti es mi mamá) 
Me acuerdo que mamá le grito rápido “debe estar por ahí”. Y seguimos. 
Todo esto pasaba en mi habitación, mientras que afuera a nada más que a 5 metros como maximo mi abuela construía su casa nueva, la cual no tenía ninguna medida de seguridad especialmente para niños autistas curiosos que conviven al lado, y menos algo que tape el pozo de 2m de profundidad lleno de agua fría que había llovido el día anterior y obviamente estaba sin terminar. 
Eso no lo sabíamos mientras la discusión se volvía acalorada y yo alegaba la mudanza a esta casa diciendo que a mi no me había servido de nada, cuando abuela empezó a gritar “se ahoga, se ahoga”
Me acuerdo que salimos corriendo pero yo no me animé a salir al patio, quedé dura, no sabía que estaba pasando pero si tenía el pensamiento que si Juan Pablo moría ahí era mi culpa por estar discutiendo. 
Fueron segundos, casi enseguida salí y papá estaba mojado con un Juan de 4 años temblando y trataba de darlo vuelta para que tirara el agua. 
Mamá y abuela lloraban y me pidieron que llame a la ambulancia, me acuerdo que temblaba mucho y que me equivoqué y llamé a la otra mutualista, la mujer que me atendió me dijo que no me preocupe que ella misma llamaba a nuestra mutualista. 
De esos momentos tengo solo flashes. 
Parece ser que Juan Pablo vio agua y se metió porque no conoce el peligro, abuela lo vio cuando estaba pegando el último manotazo, y ahí gritó más fuerte. 
Papá se metió, y Juan Pablo estaba violeta y no abría ni la boca, temblaba.
Cuando llegó la ambulancia ya había respirado y nos fuimos en ambulancia a emergencias. 
En el camino mamá iba atrás con mi hermano que nunca había dormido una noche entera desde que había nacido, y producto del agua se estaba desmayando. 
Me acuerdo que lo revisaron, lo calentaron, y lo internaron. 
Me acuerdo que no tenía agua en los pulmones, ni en el cerebro, ni en ningún lado, me acuerdo que no podían creer que un niño de 4 años hubiera sobrevivido a una hipotermia tan alta, con todo el tiempo que había pasado desde la caída hasta llegar al sanatorio, que fue aprox 1 hora.
Me acuerdo que los médicos dijeron que fue un milagro.
Por alguna razón, estando en la mutualista es en el último lugar donde recordamos que ha hablado o pedido cosas en contexto y con sentido. Esa fue la primera vez, se despertó desesperado y decía AGUA AGUA AGUA. 
Me acuerdo que no quería despegarme de Juan Pablo, realmente estaba asustada. Creo que va a ser muy difícil olvidarme de ese día, las caras de mis padres. Sepan que mi hermano tiene un diagnóstico de hiperactividad y me resultaba muy fuerte verlo quietito en una camilla. 
Pero tampoco me voy a olvidar cuando mamá me dijo “Isa, sos mi heroina por estar acá a los pies de la cama”, nos abrazamos llorando, fue un abrazo de perdón, y de amor. Desde entonces no recuerdo haberme dejado de abrazar con mamá un solo día. 
Ese 8 de diciembre mi vida hizo un quiebre,no puedo dividirte mi historia sino es desde antes del 8 de diciembre de 2012 y el después.
Me di cuenta que no podía seguir buscándole el tema de discusión a todo, lo del pozo había llegado muy lejos, y que si yo seguía así durante el resto de mi vida podía pasar algo peor. 
A todo esto eran recién las 4 de la tarde cuando llegamos a casa, mis abuelos que viven en un pueblo a 50km vinieron y en aquel momento habían unos zapatos que eran lo top de lo top para meter cumples de 15 y me los regalaron.
Mis padres me dejaron ir al cumple por el que discutía esa mañana.
Y porqué cuento esto, porque para mi el 8 de diciembre es un día especial no solo por lo de Juan Pablo.
Esa noche cuando vi a mis amigas y les conté lo que había pasado, me sentí querida, entendida, contenida. Y esa noche también conocí a alguien que fue clave durante ese verano y el siguiente. 
Fue mi primer saliente, pero más que eso, más allá del “enamoramiento “ que 6 años después ya no está, queda el afecto. La verdad es que aunque solo tiene 3 años más que yo, es alguien muy sabio, que con su forma de ser me ayudo a sacarme el prejuicio del que dirán los que entran en mi vida en cuanto a Juan Pablo.
 Se sabe que tenes que ser muy mala persona para no entender o para agredir pero ese miedo siempre está. Creo que él fue la única persona que ni bien conocí le conté que tengo un hermano autista porque claramente le tuve que contar que esa mañana se había caído a un pozo de agua 😂. También se tiene que llevar un premio por bancarme tanto tiempo porque si ahora soy intensa sepan que a los 15 era peor. Me hizo sacarme la idea de que mintiendo ahorraba problemas, tampoco es que sea un código indescifrable pero cuando estás convencido de algo es difícil que te hagan cambiar de opinión, o capaz porque fue al único al que le conté las razones y siendo sincera con unos años más me doy cuenta que no tiene mucho sentido mi teoría de los 15.
B y yo tuvimos y tenemos millones de diferencias, sobretodo a la hora de enfocar la vida, por alguna de esas razones es que no estamos juntos desde hace pila, sin embargo por algo nos cruzamos ese 8 de diciembre, por algo no fue otro día, o en otra fiesta. Y estoy segura que fue particularmente dispuesto así, no puedo evitar recordar ese día que tuvo dos partes en mi pensamiento visual, el drama fuerte del día y su opuesto en la noche.
En esta fecha no puedo pasar desapercibido el segundo cumpleaños de Juan Pablo, cómo milagrosamente lo tenemos en casa, que es una historia que forma parte de nuestra vida pero que simplemente es eso, una historia.
Y no puedo olvidarme de agradecer, con toda mi familia un año después estábamos donde estoy hoy, en Salta, para dar gracias. Y por primera vez estábamos en un viaje todos juntos, mis padres, mi hermano y yo. 
Un 8 de diciembre más vine a dar gracias, por todo lo qué pasó este año, estos años, por nosotros.
En casa están felicitando a Juan porque la alegría con la que vivimos esta fecha es tan digna de llamarlo Segundo cumpleaños.



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