Con el perdón de los lectores chilenos, voy a hablar del partido del lunes en la Copa America Más allá del triunfo, y la alegria que teníamos papá y yo, frente a las caras de desconcierto de mamá y Jp, mirar cualquier cosa en la tele en mi casa no es tan sencillo, ni así nomás. En realidad cuento en base a la costumbre uruguaya de que, por menos futbolero/a que sea alguien juega la selección y seguro juntada en algún lugar sale. En el mundial 2010 cuando más se nos prendió la llama celeste iban mis tíos y primo a ver todos los partidos, mientras Juan rebotaba por ahí. Con los años, la hipersensibilidad, y la muy rigurosa hora de dormir nos han limitado a sentarnos pacíficamente a ver cómo 22 tipos juegan atrás de una pelota, mientras un relator habla fuerte sin parar. Entonces cómo dijo una vez Mane una amiga “en tu tele todo se ve sin volumen”. Y así miré los últimos dos mundiales y copas America, a veces sola, a veces con papá. Y anoche todos, más aún cuando recién había llegado