Jugos, amores y negociaciones.
Si hay algo que aprendí cuando tenía negociación fue que desde antes de saber nuestro nombre, sabemos negociar. Seamos malos o buenos en la materia, negociar para comer lo que queremos, para volver un poco más tarde, para ganar un sueldo mejor son cosas de la cotidianidad propias del ser humano. Por otro lado antes de saber decir nuestro nombre también tenemos algún referente que nos enseña y brinda amor. De la misma forma que negociar vamos repartiendo y recibiendo amor con total normalidad durante toda nuestra vida. Entonces vamos creciendo entre amores y negocios o negocios y amores, dejamos de querer exclusivamente a papá y a mamá para empezar a crecer nuestras relaciones con distintos amores, así como empezamos a negociar productos tangibles o intangibles cada vez mayores. Si vivir solo se tratara de amores y negocios exitosos sería bastante llevadero, como en las películas, pero como en el resto de las vidas hay negocios perdidos y amores no encontrados. ¿Que tendrá que ver a...